sábado, 10 de mayo de 2014

EL JUGUETE

Había una vez un juguete roto. Su forma no era muy delicada. En realidad estaba partido por varios sitios, y las ropas que vestía (pues simulaba ser un niño) estaban desgarradas por algún ratón. Pero el juguete, sorprendentemente podía pensar!!
Era curioso, porque, cuanto más lo pensaba, menos lo entendía. El no estaba con otros juguetes. Estaba en el sótano, junto a una caja de trastos a punto de ser enviados a quemar o a la basura. Era capaz de ver que estaba sentado, y al mirar hacía abajo, lo que deberían ser las piernas, estaban casi arrancadas de cuajo.
Pero, a pesar de tener corazón ! no le dolía!  
Intentó incorporarse. Bueno, con dificultad, pensó, podría conseguirlo, pero ¿ adonde iría?
Miró alrededor suyo. Una vieja silla y algunas cajas antiguas lo acompañaban en aquel sótano. Se sentía TANN triste !!!
El juguete comenzó a llorar.
La silla entonces, enderezó muy tiesa su respaldo.
- ¿Por qué lloras, juguete?
- El muñeco, tembloroso, le contó a la silla lo que le pasaba.
¿ Y esa es la razón de que estés llorando? ¿Acaso no cumpliste tu cometido?
- No lo se, dijo el juguete. No recuerdo haber tenido antes corazón y memoria.
La lámpara metió baza de inmediato.
- ¿Como es posible que no tuvieses corazón?  Eres un embustero !!
Una de las cajas, que era muy mayor, le dijo entonces a la lámpara que no hablase de lo que desconocía, ya que ella y su hermano, el archivador, habían conservado durante muchos años cartas y libros en su interior, y habían podido leer cosas y aprender... cosas que ni imaginaban...cosas extrañas que daban miedo.
Y se pusieron a discutir agriamente sobre lo que unos y otros sabían.
Entonces el muñeco sonrió para si. Porque, a pesar de ser un juguete roto y desvencijado, a pesar de todo, acababa de descubrir que, por primera vez en la vida que el recordaba, no estaba absolutamente, desgarradoramente, SOLO.
Postdata: Un libro, un amigo, un juguete, una silla, un gato... todos podemos ser amados.

C.A.Gallego ©

viernes, 9 de mayo de 2014

LA ARDILLA

Erase una vez una ardilla que solo tenía tres pelos en el bigote. La ardilla estaba enamoradísima de un ardillo que era el colmo de los ardillos coloraos, pero, claro está, el ardillo pasaba tres árboles piñoneros de la ardilla tripélica.

Un día, a la ardilla "tripi" se le ocurrió pasear por el borde de un lago y darse una vuelta para despejarse, que estaba hasta el tupé (tupé postizo naturalmente, pues con tres pelos ya me dirán ustedes).. de ser la risión de los ardillos.

Paseaba y reflexionaba tranquilamente por el camino del lago, algo sucio el jodío lago, nada de lago azul.
Entonces fue cuando escuchó ciertos gemiditos del otro lado de un pino. Acercose cautelosa y antes de llegar escuchó un sonido seco... algo así como una bofetada bien dada y después un plofff.

La ardillita tripelica estaba acojonada.. no sabía si acercarse no le fueran a dar a ella también un zambombazo. Pero creía que debia mirar a ver, por si alguien necesitaba ayuda.
Sobreponiéndose... asomó su linda naricilla por entre las ramas, y vio a una ardilla preciosa (la lady de las ardillas...la muyyyyy.. que se atusaba las pajillas que le habían caido de un árbol sobre su manto de pelo precioso).
Pasando de esa tipa, no tardó mucho en mirar para el lago...pues si la mona esa estaba sola, a quien le habían dado la galleta y quien se había caido al agua?
Dando pequeños saltitos, con sus pequeñas patitas, se asomó por el borde del lago y encontró al ardillo de sus amores. Que el jodio boqueaba malamente pidiendo socorro.. A decir verdad... solo decía "so", lo demás era un gorgoteo glub glub y mas glub..
Enfin, se fue dando saltitos pequeños, ya saben, con sus pequeñas patitas..y tomó una rama que acercó al susodicho y futurible ahogable, salvándole la vida.
El ardillo salió todo espeluchao, mojado y chorreando agua..la cola entre las patas y se acercó cabizbajo a la ardilla tripi, diciendole entre hipidos que le había salvado la vida y que acababa de darse cuenta de que ella era el amor de su vida.
La ardillita, (un encanto de ardillita a pesar de ser tripelica) se lo quedó mirando solemnemente, siguió mirándolo un rato mas, y de improviso zas !  le dio tal empujón que lo mandó de vuelta al lago y sin mirar atrás se largó a seguir su paseo.

Depués de todo..un ardillo mojao no es nada del otro mundo, y al fin y al cabo, por que ella no iba a permitirse hacer lo que la lady ardilla?
Y se fue mas contenta que una ardilla, con sus pasitos cortos de sus cortas patitas.
Moraleja: No seas pardillo ardillo...que la cagaste !!!

Fin

C.A.Gallego ©   Me parto con lo del copyright. Pero, a que queda molón decir que es de cosecha propia?