domingo, 23 de octubre de 2011

RECORDANDO A NAPOLEON

Napoleón, o León (nombre con el que le dejé después de decidir quedármelo) era un perro grandote y feo que además arrastraba una pata al caminar y que nos siguió un día a mi perra ratonera Pippa y a mi en nuestro paseo diario. Cuando después de dos dias que quedarse en mi puerta y ver que no se iba lo llevé al veterinario entró disparado dentro de la sala y saludó a todos y cada uno del personal muy alegremente. Lo conocían y me alegré de que tuviera dueño, pero por los veterinarios supe que tras ser atropellado la "dueña???"  no quiso hacerse cargo de los gastos sanitarios, curas, hospitalización y demás, y lo devolvió a la calle, donde, al no tener bien curada la pata se había infectado y la infección llegaba ya hasta la cadera por lo que habría que cortarle la pata entera. Llamé a la propietaria y tras una agria discusión me "regaló" el perro pues parecia que "me había encaprichado de él". 
Sinceramente, León no me gustaba. Era un perro de los denominados "peligrosos", mezcla de presa con perro majorero, no lo conocía de nada, no sabía por donde me podía salir en un arrebato, y pesaba nada menos que 52 kilos. 
Si se lo proponía podia comerme en dos bocados. Si se lo proponía, pero no fue así.
Me negué a que le cortaran la pata, pues en mi trabajo había visto salir adelante a niños con una osteomielitis como la suya sin perder la pierna. Las curas eran un sufrimiento que el perro aguantaba con estoicidad. Jamas me ladró, me gruñó o amenazó cuando le curaba y puedo asegurar que le tenía que doler....y mucho. Luego, eso si, era muy cabezota y terminada la cura (debía picarle) se arrancaba sin piedad la venda y las gasas y se lamía todo, con mi consiguiente cabreo.
Ladraba muy pocas veces y no era muy difícil de llevar pues era obediente y tranquilo. Se impuso a Pippa solamente en una ocasión.. Ella era muy quisquillosa y Leon zanjo el tema cogiéndola del cuello y zarandeándola un poquito.. Enseguida se entendieron y nunca mas hubo ningún enfrentamiento entre ellos. Pippa ladraba y el iba detrás, tranquilote a ver que pasaba. Controlaba, miraba desde la distancia a los perros de la calle y nadie se le subía a la chepa. 
Cierto día que fui al parque donde los paseaba me ocurrió algo raro con el. En el fondo del parque había dos chicos (en serio que no tenían mala pinta)..que se dirigieron hacía mi. León se paró en seco, afianzó las patas, y comenzó a gruñir bajito bajito para ir subiendo poco a poco de volumen y ser una amenaza que aún hoy al recordarlo me pone los pelos de punta pues nunca lo había visto así. Los chavales se dieron la vuelta y se largaron.  Goyo me dice que seguramente no tenian buenas intenciones con nosotros y Leon lo sintió.  Tal vez. Pero se que no hubiera podido sujetar a ese "caballo"  si ellos se hubieran empeñado en tener bronca con el. A partir de ahí cambió nuestra relación. !! El jodio perro me protegia, manda tela..!!

Lamentablemente la salud de León se resintió al poco tiempo. Comenzó un calvario que no deseo a nadie. Le salieron manchas en la boca, en los testiculos.. Algo muy raro. Se biopsió. Ni siquiera los veterinarios de la Universidad se ponían de acuerdo: Que si una alergia a los comederos de plástico, que si un Lupus.  !Demonios, pues no va diferencia de una cosa a otra !  Se cansaba con nada, al punto de ya no poderlo llevar al campo (con lo que le gustaba) pues la ultima vez que lo hicimos Goyo tuvo que cargar con el en brazos todo el camino de vuelta. 
Comenzamos tratamientos con corticoides, que el tomaba sin quejarse. Y cometimos el mayor error de nuestra vida. Fuimos a un congreso a Granada y lo dejamos en una guardería canina donde le tenian que dar los tres últimos días de tratamiento, pues se iban disminuyendo progresivamente. 
¿Se los dieron? Ellos dicen que si. Pero a la vuelta el perro estaba muy hinchado y tenía liquido en las articulaciones. Dos dias despues,  a la vuelta de mi trabajo de noche, lo encontré medio muerto y fui corriendo al veterinario. No pudimos hacer nada por el. El veterinario (José) lloraba como un niño por la impotencia. Me pidió hacerle la necropsia. Acepté si estaba yo presente. No fue nada concluyente. El dijo que fue una torsión de estomago. Yo sigo pensando que tenía gusanos en el corazón porque la tiparraca aquella que fue su primera propietaria nunca lo vacunó.

Ayer me encontré con el veterinario. Yo no lo reconocí. Pero el se acercó a nuestra mesa y nos saludó. !Hacía 13 años !  Y se acordaba!!!  . Me dijo que en su profesión veía todo tipo de gente y que era muy poca la que realmente amaba a los animales.  Dios mio.. Y se acordaba !!!
Luego de irse, comencé a pensar en León, y en el año y medio que estuvo con nosotros. Fue feliz y tuvo alguien que lo quisiera, pero su recuerdo me puso muy muy triste y por eso les traigo aqui una memoria de quien fue el mejor perro que yo haya conocido NAPOLEON.. LEON..mi LEON. 

1 comentario:

  1. Madre mía Ruska!!!!!! Que historia tan fantástica, realmente eres tu la excepcional!!!!!!
    Quédate muy tranquila que León está feliz en el cielo sabiendo todo lo que hicisteis por él.
    Un beso con cariño.
    Ah! Ya os contaré yo la historia de mi perro Aris!!!!!

    ResponderEliminar